miércoles, 4 de enero de 2012

COSAS DE LA MULTICULTURALIDAD


La muerte de un hombre de orígen senegalés de un tiro ha azuzado el polvorín del barrio de Sant Martí de Barcelona. Los hechos han ocurrido la tarde de este martes cuando, según testigos, un hombre de etnia gitana se ha acercado a comentar algo a un grupo de senegaleses que jugaban en la calle Palermo de Barcelona. Momentos después, se ha marchado a su casa y ha bajado acompañado de sus dos hijos. Ha sido entonces cuando ha disparado un arma contra la víctima, que ha caído al suelo, para luego volver a su domicilio, situado en el número 4 de la calle Palermo y donde, horas después, los cristales rotos señalaban los destrozos en la puerta de entrada.

Según la narración de la policía autonómica, que habla de dos grupos enfrentados en una cruenta pelea, agentes de los Mossos d’Esquadra han acudido al lugar de los hechos para atender a la víctima y buscar al autor de los hechos. Poco después han detenido al menos a dos personas implicadas en la pelea mortal, que son los dos hijos del hombre que inició la discusión y que, según los vecinos, es una persona conflictiva a la que tienen miedo porque ya había tenido enfrentamientos con otras personas.
La víctima, por su parte, ha sido trasladada a un centro hospitalario, donde ha fallecido por la gravedad de sus heridas. Se trata de un hombre de 31 años que lleva dos años en España y que tiene mujer e hijos en Senegal, según cuenta Masset, amigo de la víctima. Además, este testimonio añade que el agresor ya amenazó con “matar a algún africano” hace un par de días.
Rotura de lunas y cargas policiales
Tras el suceso, el barrio ha vivido momentos de tensión entre un grupo de senegaleses y algunos pakistaníes, que han empezado a concentrarse en contra de lo que consideran un crimen racista. La tensión ha aumentado cuando los Mossos d’Esquadra han intentado mover el cordón policial y los concentrados han volcado contenedores y roto cristales de los coches aparcados. Los Mossos d’Esquadra han cargado contra el grupo y se mantienen desplegados en la zona, que vive una calma tensa.


Un centenar de personas se mantiene concentrada más allá de las diez de la noche en la zona en protesta por el asesinato. Masset, uno de ellos, justifica los destrozos: “Cada uno tiene una forma distinta de expresar su dolor”.


"Cada uno tiene su forma de expresar su dolor" y se quedan tan panchos.

Se han producido quema de contenedores y destrozo en vehículos
¿y no ha habido ni un solo detenido?

Una vez más queda demostrado que la famosa integración que nos quieren vender los políticos que nos gobiernan es una absoluta patraña.

Por desgracia esto solo es el principio.....

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